martes, 13 de enero de 2015

LA CONSULTA DEL MÉDICO

El primero en llegar a la consulta es un señor muy, pero muy enfadado:
-¡Señorita, quiero ver enseguida al doctor!
-¿Es usted paciente?
-¿Paciente? ¡Hace ya tres meses que le arreglé el coche y aún no me ha pagado! ¡¡Vaya si soy paciente!!
A continuación le llega el turno a una señora muy demacrada, y el médico la recibe muy serio:
-Tengo que decirle que, a la vista de las pruebas hechas, le quedan a usted seis meses de vida.
-¿Seis meses? ¡Dios mío! ¡Si no tengo seguro! ¡Y en seis meses no podré ahorrar lo suficiente para poder pagarle la consulta!
-Bueno... vamos a ver... digamos entonces que le quedan nueve o diez meses.
El siguiente en llegar es un joven con el brazo en cabestrillo:
-¡Doctor, doctor! ¡Me he roto el brazo por varios sitios!
-Pues no vuelva usted por esos sitios, hombre....
Poco despues, el médico recibe a un alcohólico:
-Por más que estudio su caso, señor, no encuentro el porqué de sus dolores de estómago, pero estoy casi seguro de que se deben al problema de la bebida.
-Bien, doctor, entonces ya volveré cuando esté usted sobrio.
Según sale este hombre, entra una muy nerviosa y dando fuertes voces:
-¡Doctor, doctor! ¡Ayúdeme! ¡Algo raro me pasa, pues enseguida pierdo los nervios y me pongo a insultar a todo el mundo!
-Bueno, cálmese y cuénteme todo.
¡¡¿Pero qué se creee que estoy haciendo, so imbécil?!!
Después llega el turno de un anciano:
-Doctor, estoy bastante preocupado. Cuando hago el amor con mi mujer, oigo silbidos.
-¿Cuántos años tiene usted?
-Acabo de cumplir 86.
-¿Y con esa edad qué quiere oír... ¡aplausos!?
Para acabar el día, llega otro alcohólico:
-Doctor, ¿qué tal salió mi análisis de sangre?
-Bueno... no mal del todo... al final pude encontrar un poquito de sangre en su alcohol.
-Además, doctor, últimamente me tiemblan mucho las manos.
-Claro, porque bebe usted demasiado alcohol.
-¡¡Qué va, si se me vierte casi todo!!

No hay comentarios: