Un
hombre entra en un bar/restaurante y el camarero le dice:
-
Usted me dirá, señor...
-
Pues no sé, sobre un metro ochenta o así.
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A
continuación entra una pareja y se sienta a una mesa:
-Camarero,
ponga una de calamares a la rumana.
-Perdón,
señor, será a la romana.
-Irina,
cariño, dile al bobo éste de dónde eres...
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Al
fondo de la barra se oye:
-
¡Camarero, ya le he pedido cien veces un vaso de agua!
-
Sí, ahora mismo. A ver: ¡Cien vasos de agua para el señor!
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Luego
le llaman al camarero desde una mesa:
-
¡Camarero! Este filete tiene muchos nervios.
-
Normal, señora, es que es la primera vez que se lo van a comer.
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Seguidamente
llega otra pareja al restaurante; el señor, muy contento, sienta a su
acompañante, se sienta él y luego le dice al camarero:
-
Tráigame unos aperitivos y ponga a enfriar una botella de champán.
El
camarero le pregunta:
-
¿Y su señora? ¿Desea algo ahora?
-
Sí, ¡envíele un fax diciéndole que lo estoy pasando de maravilla!
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Otro
cliente que grita desde la mesa de al lado:
-
¡Camarero!, hay un pelo en mi sopa.
-
Claro, es sopa de cabello de ángel.
-
¿Cómo de ángel?
-
Sí, de Ángel, el cocinero.
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Y
otro cliente, en una mesa al fondo:
-
¡Camarero! Esto tiene gusanos.
-
Por supuesto que tiene, ¿qué otra cosa esperaba encontrar en un Nido de
Golondrina?
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Más
tarde, en la barra del bar:
-
Camarero. ¿Cuánto cuesta un café?
- Un Euro, señor.
- ¿Y el azúcar?
- El azúcar es gratis, señor.
- Pues olvide el café y póngame un kilo de
azúcar, por favor.
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Luego entra una señora:
- ¿Me pone un café por favor?
- ¿Solo?
- Eeehhh… Bueno… Póngame también una tostada.
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