lunes, 1 de febrero de 2010

En El Restaurante

Un matrimonio estaba cenando en un carísimo restaurante cuando, en un momento de la noche, una chica muy guapa, elegante, con estilo y un cuerpo perfecto, entra, se acerca a la mesa, le da al marido un beso apasionado que le deja sin aliento, le susurra al oído "nos vemos en otro momento", y sonriendo se da la vuelta y se marcha...
La esposa lo mira con los ojos centelleantes de ira , a punto de salirse de las órbitas, y le grita: "¿¡¡Me puedes explicar quién es esa...!!?.
El hombre responde tranquilamente: "Es mi amante".
"¡¡Ah, no!! ¡¡Esto es la gota que colma el vaso!! ¡¡Quiero el divorcio!! Voy a contratar al abogado más canalla y de peor fama que exista... ¡Y no pararé hasta encontrar la forma de hacerte la vida totalmente imposible, mal nacido...!", explota ella.
"Francamente, te entiendo -responde sosegada y tranquilamente el esposo-, pero debes tener en cuenta que, si nos divorciamos, no habrá más viajes por toda Europa, ni más cruceros al Caribe, ni más joyas exclusivas, y por supuesto nada de BMW, ni Mercedes, ni Porsche... ni más cenas como ésta en restaurantes exclusivos. Y ya puestos, piensa cuándo ponemos a la venta la mansión de 20 habitaciones en la playa, para comprar dos casas pequeñas...".
En ese momento entra al restaurante un amigo de la pareja acompañado por una despampanante joven de cuerpo escultural.
"¿Quién es esa que está con Pepe?", pregunta la mujer.
"Es su amante", responde el esposo mirando tranquilamente por encima del hombro".
"¡Ah...!, ¡¡pero la nuestra es mucho más linda....!!".
Poco después, otro hombre, cliente habitual, entra en el restaurante y se sienta en su mesa reservada de siempre. Tras pedir un aperitivo, echa un vistazo a su alrededor y descubre a una hermosa mujer rubia de grandes pechos en una mesa cercana, que está cenando sola. El hombre llama al camarero y le indica que le sirva a la mujer la botella del champán más caro que tengan, con la intención de que la mujer la acepte y caiga rendida a sus pies.
El camarero lleva la botella a la mesa de la mujer: "Señora, ésto, de parte del caballero de aquella mesa", dice señalando con la mirada al hombre. La mujer le echa una rápida mirada, observa la botella durante unos segundos y escribe una nota para el hombre. El camarero se la entrega a su destinatario.
La nota dice: "Para que yo acepte esta botella, usted debería tener un Mercedes en su garaje, un millón de Euros en el Banco y 20cm. dentro de sus pantalones". Después de leer la nota, el hombre decide contestarla con otra tarjeta, y tras escribirla en el momento, se la entrega al camarero para que se la lleve.
La tarjeta dice: "Para cumplir sus condiciones, tendría que vender el Ferrari Modena 360 y el BMW 850iL y quedarme sólo con el Mercedes 600 SEL en el garaje de la mansión; también tendría que invertir o donar doce de los trece millones de Euros que tengo en mi cuenta bancaria. Pero... ¡¡ni siquiera por una mujer tan hermosa como usted me cortaría cinco centímetros!!
P.D.: Envíeme la botella de vuelta".

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