Castigo Divino

En cierta ocasión, Pepe, que acaba de morir, llega a las puertas del cielo.

Le recibe San Pedro, pero le dice que no puede entrar así como así, pues en vida evadió impuestos durante mucho tiempo.

La única solución que San Pedro le da a Pepe para entrar al paraíso es que acepte como penitencia el dormir con una mujer espantosamente fea y estúpida durante cinco años, y sólo después podrá entrar al reino celestial.

Pepe, tras unos breves momentos de pensarlo, decide que es un precio asequible cuando le espera la eternidad en el paraíso, y acepta. Entonces se junta con una mujer espantosa y estúpida, fingiendo que es feliz.

Un día, mientras va con el esperpento de la mano, Pepe ve a su amigo Paco caminando hacia ellos, con una mujer incluso más horrible que la suya. Al llegar a su altura, Pepe le pregunta qué le ocurrió, y Paco responde: "Evadí todos mis impuestos y estafé al Estado durante años un gran montón de dinero".

Como los dos están en la misma situación, deciden pasarla juntos, como una forma de llevar la "cosa" lo más "agradablemente" posible, y así, Pepe, Paco y sus dos horribles compañeras siguen caminando los cuatro juntos.

Entonces, repentinamente, al doblar una esquina, ven a alguien que parece ser un viejo amigo, Juan, que viene hacia ellos, y a su lado va una mujer impresionante, una supermodelo de las que quitan la respiración... La mujer más hermosa que han visto.

Impactados por tanta belleza, Pepe y Paco se acercan al tipo y descubren que, efectivamente, es el viejo Juan, y le preguntan cómo se las arregló para disfrutar de semejante diosa, mientras ellos andan con semejantes bichos.

Entonces Juan responde: "No tengo idea, pero lógicamente no puedo quejarme. Además estoy pasando, sin duda alguna, los mejores momentos de mi vida, ¡y tengo cinco años por delante! Pero hay una sola cosa que no entiendo: cada vez que terminamos de hacer el amor, ella me da la espalda y murmura: '¡¡Malditos Impuestos!!'".