martes, 19 de enero de 2010

El Chalet

Un señor compra un chalet en un solitario descampado a un precio de risa, bajísimo.
Unos días después de haberse trasladado con su familia a su nuevo hogar, llama por teléfono muy enfadado a la empresa que le vendió la casa.
"Se van a enterar éstos", murmura mientra marca el número.
Una voz femenina contesta al poco rato: "Terrenos la ganga, ¿dígame?".
"¡Qué ganga ni qué puñetas! El chalet está muy bien, pero lo que no me comentaron es que estaba construido bajo un antiguo cementerio y encima los muertos se levantan alegremente de sus tumbas y empiezan a caminar por nuestro jardín, todas las noches, y le puedo asegurar que es muy molesto!".
De repente oye un grito terrorífico. Suelta el auricular, corre a la ventana y, tras asomarse al jardín, al poco rato vuelve al teléfono con una amplia sonrisa.
"¿Saben? Olvídense de lo que les dije. Estoy muy, muy, muy contento con sus servicios. ¡Estos muertos tan simpáticos se están comiendo a mi suegra!".

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