Según me dijo un amigo, los comentarios citados a continuación, aunque parezca mentira, son completamente verídicos, tal como puede constatarse en diversas grabaciones televisivas y periódicos:
En el TELE-CUPÓN de Tele 5: Carmen Sevilla: “¿Cómo te llamas?”. “Manolito”. “Y, ¿qué eres, niño o niña?”.
En el mismo programa: Carmen Sevilla: “¡Has ganado una bicicleta!”. “¿Me la podías cambiar por otra cosa?”. “¿Por qué motivo?”. “Porque soy parapléjico”. “¡Ele! ¡Bonita profesión!”.
En un concurso televisivo: “Dígame, señora, por 50.000 ptas. ¿Quién fue el primer hombre?”. “Eso no se lo digo yo, ¡ni por un millón de ptas.!”.
Oído en un juicio: “Recuerden, señores del jurado, que la cartera de la víctima estaba vacía... Mi cliente mató sin ánimo de lucro. Espero que tengan en cuenta el desinterés de su acción. ¡Cosa rara en nuestros tiempos!”.
Oído en TV: “El nº premiado en el sorteo de la ONCE del día de hoy ha sido el treinta y cuatro mil novecientos doce. Repetimos: 9, 0, 6, 4, 7”.
Comienzo de una homilía del Obispo de Segovia: “Queridos hermanos, hoy no me encuentro muy católico...”.
En un concurso radiofónico de preguntas y respuestas:
- Buenos días, señora. Voy a hacerle una pregunta muy sencilla. ¿Qué es el cloruro sódico? (La sal).
- Pues no lo sé. Déme una pista.
- Lo tiene usted en la cocina.
- Aceite.
- No. Mire, es blanco.
- La harina.
- No. Lo siento.
- Ande, déme otra pista.
- Bueno, se lo echa a su marido en los huevos.
- Los polvos de talco.
Por supuesto, hubo un corte de 5 minutos de música y una amonestación al locutor por soltar una carcajada tan bestial.
En el TELE-CUPÓN de Tele 5: Carmen Sevilla: “¿Cómo te llamas?”. “Manolito”. “Y, ¿qué eres, niño o niña?”.
En el mismo programa: Carmen Sevilla: “¡Has ganado una bicicleta!”. “¿Me la podías cambiar por otra cosa?”. “¿Por qué motivo?”. “Porque soy parapléjico”. “¡Ele! ¡Bonita profesión!”.
En un concurso televisivo: “Dígame, señora, por 50.000 ptas. ¿Quién fue el primer hombre?”. “Eso no se lo digo yo, ¡ni por un millón de ptas.!”.
Oído en un juicio: “Recuerden, señores del jurado, que la cartera de la víctima estaba vacía... Mi cliente mató sin ánimo de lucro. Espero que tengan en cuenta el desinterés de su acción. ¡Cosa rara en nuestros tiempos!”.
Oído en TV: “El nº premiado en el sorteo de la ONCE del día de hoy ha sido el treinta y cuatro mil novecientos doce. Repetimos: 9, 0, 6, 4, 7”.
Comienzo de una homilía del Obispo de Segovia: “Queridos hermanos, hoy no me encuentro muy católico...”.
En un concurso radiofónico de preguntas y respuestas:
- Buenos días, señora. Voy a hacerle una pregunta muy sencilla. ¿Qué es el cloruro sódico? (La sal).
- Pues no lo sé. Déme una pista.
- Lo tiene usted en la cocina.
- Aceite.
- No. Mire, es blanco.
- La harina.
- No. Lo siento.
- Ande, déme otra pista.
- Bueno, se lo echa a su marido en los huevos.
- Los polvos de talco.
Por supuesto, hubo un corte de 5 minutos de música y una amonestación al locutor por soltar una carcajada tan bestial.
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