miércoles, 13 de enero de 2010

Carta De Presentación

Un amigo me llamó para decirme que no le habían admitido en el puesto de trabajo que ansiaba. Al preguntarle si le habían dado alguna razón del porqué, me dijo que no les gustó la carta de presentación que les envió con el curriculum. Dicha carta decía así.
Estimados Sres.:
Me dirijo a ustedes con el objeto de transmitirles mi interés en el puesto de trabajo ofertado.
Soy un joven bastante responsable, trabajador, con gran iniciativa y ganas de aprender, y pienso que cumplo con los requisitos adecuados a esta oferta.
Desearía, por tanto, se pusieran en contacto conmigo para concretar una entrevista en caso de que encontraran mi curriculum interesante, aunque claro, también pudiera suceder que decidieran al final que no soy el candidato adecuado, lo cual no me extraña, porque no es la primera vez que me ocurre y, la verdad, empiezo a estar un poco harto de que me hagan la entrevista y luego no me llamen, y eso jode mucho.
También me gustaría destacar que soy una persona muy noble y leal, pero eso sí, a mí el que me la hace me paga, así que espero que me llamen, que a las primera de cambio cogen y ¡hala!, el curriculum al cubo de basura, y no se quién coño se creen que son ustedes para decir que no valgo, porque sepan que yo me he gastado una pasta en hacer un huevo de cursos para que luego me manden a la mierda, así que arrieritos somos, ¡que estoy hasta la polla de vosotros, cabrones!
¿Y sabeis lo que os digo? Que os podéis meter el trabajo por el culo, desgraciados hijos de puta, vais a saber quién soy yo, iros preparando, a ver qué os creéis, que estáis jugando con el pan de mis hijos, mariconazos, me la vais a pagar. Ha llegado el Armaggedon del mercado laboral. Me cago en la mar… ¡ya me habeis calentao!, iros preparando, que ostia que doy, familia de luto.
Lo juro por mis muertos que esto no queda así. Mañana mismo la armo, ¡anda que no!, que no soy yo nadie cuando me tocan las pelotas. Voy a sacar la mano de paseo y ya, ya vereis, si es que… ¡¡ufff!! ¡¡¡Dios, cómo me estoy poniendo…!!! Seguro que ahora no me llamáis, cobardes de mierda.
Así que sin más me despido, no sin antes mentar a la madre que les parió.
En espera de algún tipo de respuesta por su parte (y por su bien), reciban un cordial saludo, y lo dicho, que el que avisa no es traidor.
Atentamente y siempre suyo, su humilde servidor.

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