miércoles, 13 de enero de 2010

En El Dentista

Fui acompañando a un amigo a visitar al dentista, pues le habían dicho que era nuevo en el barrio y estaba algo receloso. Cuando llegamos, había varios pacientes delante de mi amigo. Al final, la mañana resultó bastante “entretenida”, pues se oían todas las conversaciones desde la sala de espera.

El primero en entrar fue un señor trajeado:
Paciente: “¿Cuánto me cobra por sacar este diente?”.
Dentista: “Con dolor 100€ y sin dolor 50€”.
Paciente: “¡¡¡Qué bien, sin dolor es más barato!!! Sáquemelo SIN dolor…”.
Sin anestesia ni nada, el dentista comienza a extraer el diente, cuando el paciente comienza a gritar: “¡¡¡Aaaahhhhhhhh!!!”.Dentista: “Mire, si sigue gritando así, ¡le voy a tener que cobrar CON dolor!”.

La siguiente era una menuda mujer muy maquillada:
Paciente: “¿Cuánto me cobra por sacar este diente?”.
Dentista: “Tal como lo tiene, se lo saco por 70€”.
Paciente: “¿70€ por unos pocos minutos de trabajo?”.
Dentista: “Si usted quiere, se lo puedo extraer MUY lentamente…”.

Después le tocó el turno a una joven señorita:
Paciente: “Doctor, vengo a hacerme una limpieza”.
A los pocos minutos, se oye la voz del galeno:
Dentista: “¡Eh, aquí hay una caries! Le voy a tener que extraer este diente”.
Paciente: “¡Oh, no, antes que eso preferiría tener un niño!”.
Dentista: “En ese caso, ajustaremos un poco el sillón…”.

Otro señor, ya entrado en años:
Paciente: “Doctor, tengo los dientes muy amarillos, ¿qué me aconseja?”.
Dentista: “Póngase una corbata color café…”.

La siguiente, otra señora con dos manos de pintura en la cara:
Dentista: “¡Señora, que me ha agarrado los testículos con la mano!”.
Paciente: “Sí, vamos a tener cuidado para no lastimarnos el uno al otro, ¿de acuerdo?”.

El siguiente en entrar era mi amigo, pero le esperé en el bar de la esquina…

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