miércoles, 10 de febrero de 2010

El Orégano

El otro día, una pareja de gitanos va al ginecólogo y habla el marido:
"Mire, dotor, es que tenemo un poblema: mi mujer y yo queremo tene condescendencia y no podemo, pero no sabemo si es porque yo soy omnipotente o mi mujer es histérica.
Antes ya habemo ido a otro dotor y nos dijo que mi mujer tenía la vajilla rota y la emperatriz subida, y como, ademá, la operaron de la basílica balear, no sabemo si eso puede haber influido.
También a mí, hace años, me operaron de la protesta, y a lo mejor me han dejado escuelas en el cuerpo.
Nos dijeron de ir a un médico en la capitá, que era mu gueno. En esa consurta, a mi mujer le hisieron una coreografía, y el médico nos dijo que no veía nada raro, y nos recomendó que hiciéramo el cojito a diario.
Entonse, 15 día ella y 15 día yo, estuvimo haciendo el cojito, pero nada. Nos volvimo para aquí y otro dotor nos recomendó hacer vida marítima más seguido... y nos fuimos a la playa de Guanabo, a la de Varadero... y en toda las playa hacíamo vida marítima, pero nada.
Además, mi mujer hace tiempo tuvo un alboroto y le nació el féretro muerto, y a lo mejor eso ha influido.
Pero yo creo personarmente que mi mujer es frigorífica, porque nunca llega al orégano...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja. Anda que... ¿y el médico que le diagnostico?¿un diccionario?

Anónimo dijo...

jejej, el diccionario pa mi, queria decir que qué le recetó. a estas horas uno ya no es persona, eh?