miércoles, 13 de enero de 2010

En El Supermercado

Me llamó un amigo para contarme que había estado en el supermercado con su novia y, para pasar el rato, le dio por hacer el ganso:
Cogió 24 cajas de condones y las echó al azar en los carros de la gente cuando no miraban.
Programó todos los despertadores de la sección del hogar para que sonaran en intervalos de 5 minutos.
Hizo un rastro de zumo de tomate en el suelo camino de los servicios.
Se acercó a unos empleados y, de uno en uno, les dijo al oído en tono serio: "código 3 en hogar", momentos antes que empezaran a sonar los relojes.
Movió unas señales de "cuidado, suelo mojado" a una zona enmoquetada.
Montó una tienda de campaña en el departamento de camping y dijo al resto de los clientes que tenía cerca que sólo les invitaba si llevaban almohadas del departamento de camas.
Cuando se le acercó una dependienta y le preguntó si le podía ayudar, empezó a llorar y preguntar: “¿por qué no me podéis dejar en paz?”.
Se quedó mirando fijamente a la cámara de seguridad, utilizándola de espejo mientras se hurgaba la nariz.
Mientras miraba en la sección de pistolas y otras armas, le preguntó a la dependienta si sabía dónde estaban los antidepresivos.
Anduvo largo rato por los pasillos del supermercado de forma sospechosa, mientras tarareaba en alto la música de “Misión imposible”.
Se probó el "look Madonna" con diferentes embudos.
Se escondió en los percheros y cuando la gente estaba echando un vistazo les gritaba: "¡¡¡Cógeme a mí, llévame contigooooo!!!".
Cada vez que había un aviso por megafonía, se ponía en posición fetal en un rincón mientras chillaba: “¡¡¡Otra vez las voces!!!".
Se metió en un probador y cada vez que pasaba cerca alguien gritaba muy alto: ¡¡¡Eh, no hay papel!!!”.

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