martes, 12 de enero de 2010

El Ingeniero

Conociendo mis aficiones, un amigo de mi vecino, recién estrenado su título de Ingeniero Agrónomo, me dejó un escrito que leyó en su aula.
Un Ingeniero no es que sea prepotente, es que está rodeado de inútiles.
Un Ingeniero no tiene el ego muy grande, es que el cuarto es muy pequeño.
No es que un Ingeniero quiera tener la razón siempre, es que los otros siempre se equivocan.
Un Ingeniero no es que carezca de sentimientos, es que los otros son unas nenas lloronas.
Un Ingeniero no tiene vida desorganizada, es sólo que tiene un ritmo de vida particular.
Un Ingeniero no ve el mundo, lo cambia.
Un Ingeniero no es que sea un crecido, es que los simples mortales no lo comprenden.
Un Ingeniero no es un ser calculador y frío, simplemente, le parece divertido pasar por encima de la gente común.
Un Ingeniero no es un enredador, es que los demás se enredan porque no entienden nada.
Un Ingeniero no es un crítico, es que los errores de la gente son muy evidentes.
Un Ingeniero no es un inútil para hacer tareas cotidianas, es que para qué demonios gastar sus valiosas energías en bobadas.
No es que el trabajo lo absorba, es que... ¿De qué carajo estaba hablando?
Un Ingeniero no comete errores, sólo prueba si los demás estaban prestando atención.
No es que se crean una gran cosa, ¡¡¡ES QUE LO SON!!!
Pero recuerden, ser tan cercano a la perfección tiene sus problemas, así que los que no son Ingenieros comprendan a estas tristes almas torturadas entre la genialidad y la incomprensión.

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