Las Monjas Y San Pedro

Un amigo me envió la siguiente historia:
Un autobús lleno de monjas tiene un grave accidente y mueren todas.
Al llegar al Cielo tratan de entrar todas juntas, pero San Pedro las detiene en la puerta y dice:
“Tranquilas, hermanas. Por favor, pónganse en fila y vayan contestando a mis preguntas”.
Las monjas forman una fila y San Pedro comienza el interrogatorio:
“A ver, Sor María, ¿has tocado un pene alguna vez?”.
“Bueno, sólo una vez, con la punta del dedo”.
“Está bien, mete ese dedo en el agua bendita y entra”.
“A ver, Sor Juana, ¿has tocado un pene alguna vez?”.
“Pues sí, pero sólo lo agarré con la mano izquierda”.
“Está bien, mete la mano en el agua bendita y pasa al Cielo”.
Entonces, se oye un gran alboroto por detrás de la fila y una monja, empujando a todas las demás, consigue llegar al principio de la fila. San Pedro le dice:
“Hija mía, ¿a qué viene tanto empujón?”.
“Mire, San Pedro, si voy a tener que hacer gárgaras con esa agua, ¡quiero hacerlo antes de que Sor Beatriz se lave el culo con ella!”.