sábado, 9 de enero de 2010

La Pomadita

Un hombre va a casa de una amiga para echar una canita al aire.
A la hora de la hora, el pene no le responde, así que, un poco preocupado, le dice a la amiga que lo espere un momento.
Va al baño y, en la oscuridad, busca en el botiquín algo que le ayude a solucionar el problema.
Encuentra una pequeña cajita con una pomada, se la unta y, ¡oh, maravilla!, le devuelve al instante su vigor juvenil.
El tipo vuelve a la cama y le hace el amor a la amiga, quien queda extasiada ante tal vigor.
Una vez terminado todo, al hombre le entra la curiosidad de saber qué se había untado. Se levanta, va al baño, enciende la luz y busca la pomadita...
Después de un buen rato, la amiga entra al baño y lo encuentra desmayado en el suelo, con una cajita en la mano en la que se lee:
"Pomada para callos: Se endurece, se seca, se pudre y se cae… ¡¡NO HAY NADA MEJOR!!".
(Gracias a Miriam por su aporte)

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