lunes, 11 de enero de 2010

Anécdota Militar

Estando de copas, se nos unió un antiguo compañero de clase de uno de mis amigos. Es militar, y había estado invitado a pasar unos días en una base en Estados Unidos. Nos contó la siguiente anécdota:
“¡Soldados!, dice el sargento: en vista del excelente trabajo que habéis hecho, el presidente Bush quiere recompensaros. Os dará 1000 dólares por cada centímetro que arroje la medición de vuestro cuerpo. ¡¡Esta medición se hará de la forma que vosotros queráis!!”.
“¡A ver, cabo Smith! ¿Cómo quiere que le mida?”.
“¡Señor, desde los pies a la cabeza, señor!”.
“¡185 cm x 1000 US$ = 185.000 US$ para usted, cabo!”.
“¡Señor, gracias, señor!“.
“¡Recluta Jones! ¿Cómo quiere que le mida?”.
“¡Señor, de puntillas y levantando la mano, desde la punta de los pies a los dedos de la mano, señor!”.
“¡230 cm x 1000 US$ = 230.000 US$ para usted, recluta Jones!”.
“¡Señor, gracias, señor!“.
Finalmente, el sargento se dirige al soldado de primera Farrell, un negro de Luisiana, con más tiros recibidos que la ventana de un bosnio:
“¡Soldado de primera Farell! ¿Cómo quieren que le mida?”.
“¡Señor, de la punta de la polla a los huevos, señor!”.
“¿Está seguro, soldado de primera Farrell?”.
“¡Señor, sí, señor!”.
“Muy bien. Como quiera. Bájese los pantalones”.
El sargento toma el metro, lo sostiene en la punta de la polla y empieza a medir hacia atrás. Al llegar a la raíz del pene, desconcertado, pregunta:
“Soldado de primera Farell. ¿Dónde carajo tiene usted los huevos, que no los veo?”.“¡Señor, en Vietnam, señor!”.

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